Artículo originalmente publicado en Neo2 Magazine
Guillermo Santomà crea “Pista de Baile” en Matadero Madrid
El pasado 6 de noviembre se reabrió al público la nave Intermediae de Matadero, desvelando la que será la sede principal del programa “Ciudad Bailar : Exagerar”. Como inauguración a la iniciativa y al propio espacio experimental creado por Guillermo Santomà, se vivió una fiesta, de una jornada de duración, en la que los asistentes pudimos bailar al ritmo del DJ Juanito Jones dentro del particular ecosistema creado por Santomà.
Guillermo Santomà ha transformado el espacio de Intermediae parasitándolo con una intervención que utiliza los mismos materiales industriales de la nave, cemento y hierro, para hacerla desaparecer. En consecuencia, propone un espacio con un aura radicalmente diferente a la de la nave original. La propuesta se materializa en una gran cubierta autoportante rematada en cemento. Las acciones se condensan bajo esta gran cubierta, mientras que todo lo que ocurre entre la cubierta y la nave no es más que un diálogo de coexistencia forzado, que hace que se pongan en valor mutuamente con su contraposición.Caparazón o cobijo, este objeto-lugar adquirirá movimiento, vida o, incluso, consciencia propia al ser habitado. Tal y como señala Chus Martínez en su texto ‘Sí a todo’ (julio 2020) sobre ‘Pista de baile’, ‘la cueva industrial abstracta […] está orientada a originar nuevos procesos rituales entre los individuos que se den cita en ella’. En su interior, ‘una bola de luz grande y poderosa nos proporciona un poco de calor, como un nuevo sol’. El espacio necesario y único en el que puede desarrollarse todo este universo.
De este modo, esta pieza de ‘no-arquitectura’, que puede definirse también como paisaje o como escultura, se construye entre la ingeniería y la poesía, entre lo natural y lo sintético, entre la historia de la arquitectura y la ficción, tal y como el propio Guillermo relata a través de las imágenes del storyboard ilustrado que realizó para diseñar la instalación.
El artista y arquitecto barcelonés Guillermo Santomà interviene esta vez la nave Intermediae, como ya lo hicieran previamente el estudio de arquitectura londinense Aberrant Architecture o las artistas Rutkowska y Leonor Serrano Rivas. De esta forma, la nave se encuentra en un estado de constante transformación para acoger los diferentes juegos propuestos a lo largo de los años.
Arquitectura, arte, baile y pensamiento danzarán juntos en “Ciudad Bailar · Exagerar”, un programa de laboratorios, performances y encuentros radiofónicos, comisariado por Massimiliano Casu y Carlos López Carrasco, que se desarrollará desde noviembre de 2020 hasta junio de 2021. El ciclo de laboratorios y talleres de ‘Ciudad Bailar · Exagerar’ está dirigido a un público de todas las edades y tiene como objetivo crear pequeñas comunidades intergeneracionales a través del baile. Para ello, artistas emergentes del ámbito nacional e internacional, llevarán a Matadero las danzas y bailes actuales más sugerentes e invitarán al público asistente a sumergirse en ellos.
Los días 11 y 12 de junio se celebrará un festival que supondrá el colofón final de 8 meses dedicados a la arquitectura, el arte, el pensamiento y el movimiento, y reunirá a las comunidades de baile de nuestra ciudad, protagonistas de la escena artística emergente de Madrid y participantes del programa, para disfrutar de un cartel que con artistas como Ariel Blanco, Galaxia La Perla, Begoña Cuquejo o Matías Daporta.
Guillermo Santomà trabaja desde la construcción, en diferentes formatos que transitan entre el diseño, la arquitectura, la escultura y la escenografía o la performance. La pista de baile surgida tras la intervención de la nave Intermediae es un claro exponente de la actitud de Santomà a la hora de atacar la realidad para transmitir su propia y radical visión de la misma. En palabras de Chus Martínez, “la obra de Santoma denota un interés por la transformación sistemática de las formas de objetivar, organizar, analizar y, por tanto, transmitir. Para ello, utiliza mecanismos relativamente sencillos, alterando objetos familiares o, en este caso, creando una redundancia entre una nave industrial preexistente y su propia cueva industrial. Alterar un espacio o un objeto y al mismo tiempo preservar sus características definitorias, para que aún sea reconocido, puede tener un efecto ergonómico mucho mayor en nuestros hábitos que dedicarnos a otros totalmente nuevos. La cueva industrial abstracta, por así decirlo, esta orientación, origina nuevos procesos rituales entre los individuos que se reúnen en ella.”
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